Los medios de comunicación se han hecho eco del clamor de los sectores empresariales por el nuevo impuesto sobre los envases de plástico, aplicable ya en 2023.
AEFJ fue consultada sobre la visión del sector, cómo nos afecta y qué supone para las empresas en su día a día.
Así, expresamos el malestar por la falta de oportunidad de imponer una nueva carga, económica y burocrática, sobre las empresas y sobre el consumidor, en un momento de retracción de la confianza de éste en la situación económica. Igualmente, por la improvisación del Ministerio, que va aprobando reglamentos y órdenes para poder cumplir con las obligaciones que impone la Ley de Residuos sin tener en cuenta plazos de transición necesarios para que las empresas puedan ponerlos en práctica; y por la doble imposición de facto que se produce con la aplicación de un impuesto al principio del ciclo por el mismo envase que, según el Decreto de Envases y Residuos de Envases, las empresas han de gestionar -recoger, reciclar o valorizar- y pagar por ello de nuevo al final del ciclo.
Además, alertamos de la situación de competencia desleal que supondrá, una vez más, para las empresas responsables, asumir este coste para el mercado español, que se sumará a la ya existente diferencia competitiva por el cumplimiento de las normas de seguridad de producto, con las empresas que no piensan cumplir, sabiendo que, por mucho que se legisle, las autoridades no pueden llegar a controlar todo lo que entra por múltiples canales.