Cuando una empresa fabricante de juguetes externaliza su producción a un país lejano, a menudo enfrenta problemas con la calidad de los productos que llegan a sus almacenes. Estos problemas pueden ser estéticos, como colores que no coinciden con los definidos, o relacionados con la calidad del producto. En cualquier caso, el perjuicio económico es evidente. Corregir estos errores puede suponer un retraso y un sobrecoste, anulando los beneficios económicos de producir en el extranjero.
Problemas de calidad en la producción externa
Ante esta situación, la inspección de producto se presenta como una solución eficiente y económicamente viable. Una inspección de producto consiste en tener a alguien que actúe como los "ojos" de la marca en la fábrica donde se produce el juguete. En muchos casos, se trata de una empresa externa. Este concepto de "los ojos" es crucial, ya que una buena base de inspectores con experiencia puede evitar numerosos problemas.
Producir en un país lejano implica diferencias inevitables en la percepción de la "calidad" de un producto. Para nosotros, con una tradición de calidad en la fabricación de juguetes, es esencial que las inspecciones se realicen con el mismo nivel de detalle y cuidado que aplicamos en nuestra propia producción.
Tipos de inspecciones: DUPRO, FRI, LS
Existen diferentes tipos de inspecciones de producto. Entre las más habituales se encuentran las inspecciones "DUPRO" (DUring PROduction), que se realizan cuando una parte de la producción ya ha finalizado. Estas inspecciones permiten detectar problemas al principio, facilitando su corrección.
Sin embargo, el tipo de inspección más común es la FRI (Final Random Inspection) o PSI (pre-shipment inspection). Esta inspección se realiza cuando el 100% del producto está finalizado y un 80% empaquetado, proporcionando una idea clara de la calidad del producto que se recibirá en los almacenes.
Finalmente, existe otro tipo de inspecciones no tan habituales en el sector de los juguetes, pero sí en otras categorías de productos de consumo (por ejemplo en alimentación refrigerada). Estamos hablando de las LS (Loading Supervision), que consiste en controlar que, durante el proceso de carga del contenedor, se mantienen las condiciones necesarias (frío, por ejemplo) o bien que se cargan las unidades que se indican en la documentación. Finalmente se suele cerrar el contenedor con un sello de la empresa de inspección, dando seguridad al cliente final.
Implementar estas prácticas de inspección no solo garantiza la seguridad y calidad de los juguetes, sino que también refuerza la confianza de los consumidores y minimiza el riesgo de retiradas de productos y litigios. La seguridad debe ser una responsabilidad compartida por todos los miembros de la cadena de suministro, desde los diseñadores hasta los distribuidores.
Solicite más información a Oriol Roig del Corral en el teléfono 670 050 298 o al email: oriol.roig@tuvsud.com
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